Como lo dice el encabezado, el pasado domingo fue un poco más de lo mismo, para casi 13 millones de almas en Guatemala que tenían la ilusión de que esta vez, en el mundial sub20 disputado en Colombia, todo sería distinto.
Debo reconocer que el hecho de escuchar el himno nacional en un mundial, ver a los jóvenes representantes de mi patria en este torneo, observar a mi Guatemala en armenia, y saber que toda la nación está con ese grupo, no tiene precio, pero al final, el resultado fue el mismo, una: Derrota, decepción, desilusión mas, y lógicamente otra muestra de que nuestro futbol es inexistente a nivel mundial.
Claro está que es algo histórico, Guatemala está por primera vez en un mundial, hay que pagar como se dice “derecho de piso”, pero no se puede jugar de esa manera, si es que se le puede decir así, a lo que hizo la selección nacional contra Nigeria.
Un conjunto obviamente con temor por ser novatos en esta competencia, pero más allá del miedo, hay que reflexionar sobre el funcionamiento que tuvo el equipo, comprendo que en el inicio se esté nervioso, sabiendo que todo un país está con ellos, pero hay maneras de perder, y lo que vi el domingo, fue desastroso.
Ahora algunos dicen que se perdió, porque nos enfrentamos a una potencia mundial, no había nada que hacer, las condiciones de Guatemala no daban para más. De nuevo, se están dando excusas, pero en lo que a mí concierne una derrota jamás será justificable, sea contra el que sea, donde sea, una caída, es una caída, Como decía anteriormente existen formas, pero al final el resultado habrá sido el mismo.
Más importante que el rendimiento y resultado, es que el guatemalteco regreso a lo suyo, como se perdió, al menos se llego al mundial. Hay quienes mencionan que los jóvenes ya cumplieron, hicieron historia, que más le podemos pedir a este grupo?, esto mismo radica dentro del pensamiento del jugador, a lo que me refiero es, a la mentalidad conformista que tiene el guatemalteco en general.
No es que sea resultadista, ni pesimista, se trata de querer mas, de aspirar a algo mejor, pero no, el guatemalteco está satisfecho.
Todo seguirá de la misma manera, hasta que el jugador, el aficionado, el periodista y el guatemalteco en general, Cambie su forma de pensar y por consecuente de actuar, será allí cuando se notara un cambio, se empezara entonces a conseguir los resultados esperados, no solo en el futbol, si no mas importante aun, en el país, todo en beneficio para una Guatemala mejor.
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